Diane Sare: Mensaje de respaldo a los granjeros alemanes
Como candidata "no afiliada" (no partidista), al Senado de Estados Unidos por el estado de Nueva York (que pierde cada día más agricultores de granjas familiares), envío mi apoyo a los agricultores de Alemania y a todos los que están con ellos, que según he oído es la mayoría de la población alemana, aunque todavía no se hayan unido a ustedes en las calles.
Sé que, al igual que el Motín del Té de Boston de 1773, que tuvo lugar el 16 de diciembre, se ha pretendido que sus manifestaciones han quedado reducidas a una disputa sobre “impuestos sin representación", cuando lo que estaba en juego era mucho más que eso; la batalla que ustedes están librando no se limita a la pérdida de los subsidios por el elevado costo del gasóleo, los bajos precios que reciben por sus productos, los lobos desatados que atacan a sus ovejas u otras políticas supuestamente "ecológicas", sino que la cuestión es todo eso y mucho más: para ustedes ha quedado claro que, si continúan las políticas actuales, ya no habrá más granjas y la gente se morirá de hambre.
Nos enfrentamos al mismo ataque a la agricultura aquí en Estados Unidos, y a dificultades similares en todos los aspectos de las líneas de suministro que llevan alimentos a la población: las carreteras están en mal estado, si llueve, se inundan (como si la gestión del agua fuera un secreto sólo conocido en el antiguo Egipto) y el costo de los forrajes y los suministros ha aumentado drásticamente, pero lo que no ha aumentado es lo que se paga a los agricultores y a otros productores.
Cuando las estanterías de los supermercados estén vacías, puede que sea demasiado tarde para hacer frente a la crisis. Nadie puede chasquear los dedos y producir un acre de trigo o un galón de leche. Producir alimentos lleva meses y años de planificación y preparación. Es más, en el momento de escribir estas líneas, hasta 25.000 personas mueren al día por falta de alimentos. En lugar de destruir nuestro suministro de alimentos y la capacidad de abastecimiento, ¡deberíamos duplicar nuestra producción!
Un agricultor de Nueva York me dijo: "En promedio, los agricultores tienden a sufrir mucho más de lo que la mayoría consideraría soportable. Lo que ha movido a estos hombres y mujeres a la acción es la conciencia de que el origen de las políticas a las que se enfrentan individualmente es una descomposición desenfrenada de corrupción y podredumbre que expresa el nivel más profundo posible de falta de respeto por la propia humanidad. El derecho de las personas a producir y a mejorar la suerte de la humanidad para el futuro. Estos agricultores están defendiendo a la propia humanidad. Una humanidad que ellos experimentan y manifiestan por medio de la alegría que sienten al alimentar a los demás. Si esto se pierde, ¿qué queda de valor?".
Estoy de acuerdo. Por eso apoyo las protestas de los valientes dirigentes del sector agropecuario de Alemania y del mundo.