Boletín de prensa de Sare for Senate: "La matanza tiene que parar"

Boletín de prensa de Sare for Senate: "La matanza tiene que parar"

Tenemos que escoger, si es que prácticamente vamos hacia un infierno en vida en todo el planeta, en la caída de este sistema mundial imperial, o si invocamos el legado de la Revolución Americana de 1776-1789, para hacer surgir en este planeta el tipo de comunidad entre Estados nacionales respectivamente soberanos que propugnó nuestro John Quincy Adams, y que la circunstancia actual requiere con urgencia. Esta última tarea define la misión histórica fundamental y decisiva a la que se enfrenta el próximo Presidente de Estados Unidos.

— Lyndon LaRouche, This New Turning-Point in World History (Este nuevo punto de inflexión en la historia de mundo), carta abierta al Consejo Nacional Demócrata, 4 de febrero de 2009

29 de octubre de 2023 — Quienes han estudiado los cultos satánicos y el reclutamiento de seres humanos hasta entonces cuerdos para que abandonen su identidad humana y se conviertan en instrumentos del terror, saben que un método eficaz es obligarles a participar en un crimen violento contra otro ser humano o un grupo de seres humanos. Esta es la razón por la que Estados Unidos sufrió un daño mucho mayor por la guerra de Vietnam que nuestro adversario. Aunque la destrucción física de Indochina fue grande, la destrucción espiritual fue mayor en nuestra propia nación. ¿Se te ha ocurrido que el imperio británico lo diseñó así?

De este modo, los estadounidenses de ven forzados por nuestro senil y despiadado Presidente, y nuestro patético Congreso, a participar en un crimen contra la humanidad que se desenvuelve ante nuestros ojos en Gaza, a menos, por supuesto, que nos rehusemos.

Si no ocurre nada drástico que altere la trayectoria actual, para cuando usted esté leyendo esto, decenas de miles de palestinos, en su mayoría niños, habrán muerto como consecuencia de los bombardeos indiscriminados de Israel, unidos a un bloqueo de alimentos, agua, combustible e incluso electricidad y comunicaciones. Esto se está haciendo en nuestro nombre, como afirmaron los desvergonzados senadores estadounidenses al aprobar la resolución de Josh Hawley, "Condena de Hamás y el antisemitismo en los campus universitarios", cuyo propósito es silenciar la oposición a los crímenes de guerra que se están cometiendo en Gaza.

El ataque terrorista del 7 de octubre que llevó a cabo Hamás, en el que murieron 1.400 israelíes y miles resultaron heridos, fue aparentemente bien programado para distraer la atención del hecho de que Joe Biden está perdiendo su guerra contra Rusia en Ucrania, y para ayudar al infame criminal israelí Bibi Netanyahu (de quien se sabe que apoyó a Hamás para supuestamente contrarrestar a la OLP) a acallar la oposición de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a sus "reformas" fascistas del sistema judicial israelí. ¿Por qué no hay una investigación al hecho de que no se pudiera evitar un atentado tan enorme y cuidadosamente planificado?

Lo que hay que enfrentar con urgencia ya, cuando la guerra se desborda hacia los países vecinos y nos acerca rápidamente a una guerra sin cuartel entre potencias con armas nucleares, es que la tragedia de la que somos partícipes (hasta que dejemos de serlo) no comenzó el 7 de octubre con el atentado de Hamás, como tampoco comenzó la guerra en Ucrania el 24 de febrero del 2022.

Se permitió que estos acontecimientos ocurrieran porque Nosotros, el Pueblo de Estados Unidos, hemos desaprovechado hasta ahora todas las oportunidades de restaurar a nuestra nación a los principios bajo los que fuimos fundados, a saber, como baluarte contra el sistema imperial británico.

El 15 de septiembre del 2001, justo después del sanguinario ataque terrorista del 11 de septiembre contra nuestra nación, Lyndon LaRouche advirtió: "Dado que ninguna potencia extranjera tiene la capacidad de hacernos lo que nos acaban de hacer este martes pasado, algún elemento canalla que opera dentro de nuestro estamento de seguridad militar es el único autor principal posible de lo que acaba de ocurrir”. Luego pronosticó que cualquier cosa que hiciéramos para echar la culpa a fuerzas extranjeras sólo nos haría más vulnerables a futuros atentados de este tipo.

La advertencia de LaRouche fue desechada, y Estados Unidos prosiguió lanzando una destructiva ocupación de Afganistán por 20 años, una temeraria y costosa invasión y ocupación de Iraq, el asesinato de Muamar Gadafi en Libia, el intento (frustrado por Rusia, afortunadamente para nosotros) de derrocar al gobierno de Assad en Siria, y numerosas otras malvadas y estúpidas aventuras extranjeras, todas las cuales han devastado nuestra república hasta el punto de que se han suicidado cuatro veces más soldados desde el 11 de septiembre que los que murieron en combate durante el mismo período. El año pasado murieron 100.000 estadounidenses por sobredosis de drogas, una cifra sin precedentes, y ahora tenemos tiroteos masivos, como el que acaba de ocurrir en Maine, a un ritmo de 2 a 5 tiroteos por semana.

Como declaró el general Douglas MacArthur en su famoso discurso en el acorazado USS Missouri al recibir la rendición de Japón: "Hemos tenido nuestra última oportunidad".

Por consiguiente, debemos cambiar el rumbo de nuestra nación ya. La seguridad del mundo y la vida de miles de millones de personas de las generaciones futuras dependen de que el pueblo estadounidense haga que nuestra nación vuelva a los principios de nuestra fundación.

Debemos reconocer dos cosas. El sistema financiero transatlántico está acabado. El viejo sistema británico-liberal-imperialista-monetarista está completamente en bancarrota, y ninguna cantidad de QE (Emisión Cuantitativa) o QT (Restricción Cuantitativa) va a arreglarlo. En segundo lugar, un grupo de naciones, encabezadas por China y Rusia, agrupadas en diversas organizaciones como el BRICS-plus, la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), y la Unión Económica Euroasiática, tienen mucho más en común con la perspectiva de John Qunicy Adams que Estados Unidos en cualquier momento de los últimos 50 años.

El reconocimiento de este segundo punto es esencial para recuperar la cordura. Cualquiera que se refiera a China y Rusia y a cualquier nación incluida como un "Eje del Mal" es un traidor a la causa de la Revolución Americana.

China ha sacado a más de 800 millones de personas de la pobreza extrema de una forma que los estadounidenses inteligentes reconocerían como "economía del sistema americano con características chinas". Mientras China construía más de 30.000 km de nuevos trenes de alta velocidad, Estados Unidos legalizaba las drogas, no construía ningún tren de alta velocidad, ¡y ahora suceden en el país 3 descarrilamientos de trenes al día!

China también organizó pláticas entre Irán y Arabia Saudita, por medio de las cuales se restableció con éxito una relación interrumpida y que será decisiva para llevar la paz al sudoeste de Asia. Esto debe incluir el establecimiento, que estaba pendiente desde hace mucho tiempo, de un Estado palestino estable junto a un Estado de Israel pacífico, que sólo podrá lograrse si Estados Unidos se convierte en un socio digno de confianza de Rusia y China, en lugar de ser un matón que ejecuta las manipulaciones imperiales de divide y vencerás.

Se debe convocar y celebrar una conferencia internacional para establecer una nueva arquitectura económica y de seguridad que respete por igual la soberanía y el derecho al desarrollo de cada nación, al tiempo que tenga en cuenta sus legítimas preocupaciones en materia de seguridad. Si Estados Unidos vuelve a la razón, esto puede hacerse fácilmente. Si Estados Unidos no consigue hacer eso, me temo que todos estamos condenados.

Acompáñame para que hagamos esto una realidad.

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