Se debe garantizar el derecho a elecciones libres y justas
5 de febrero de 2021—Desde la elección presidencial del 2000 entre Bush y Gore, la cual no se decidió sino hasta semanas después del día de la elección (e incluso entonces, muchos dudaron si se conocería el verdadero resultado de la elección), se ha venido reduciendo cada vez más el grado de confianza en el proceso electoral de Estados Unidos de América. Dado que nuestro gobierno deriva explícitamente su autoridad “del consentimiento de los gobernados”, es dudoso que nuestra república aguante mucho tiempo, a menos de que podamos resolver esta situación.
Esta es la razón por la cual mi campaña tiene la intención de que la verdad en las elecciones sea un tema principal, y uno que intento resolver, al menos en el estado de Nueva York, mucho antes del 2022.
Cuando un ciudadano coloca su "X" al lado del nombre de un candidato, es fundamental que su voto se cuente de manera apropiada. Y si alguien decide que va a lanzarse como candidato, debe esperar que los votos en respaldo a sus posiciones también se cuenten. De otra manera, el sistema es simplemente un fraude y avanzará hacia el mundo que Trasímaco describe en la obra de Platón, La República, donde solo gobernarán los poderosos, hasta que los poderosos mismos sean derrocados por la turba furiosa.
Luego de muchos desafíos e investigaciones electorales, como las ocurridas en el 2000, 2004, 2016, y el 2020, en las que se presentaron pruebas contundentes de una enorme cantidad de irregularidades, hay varias cosas en las que hay que hacer hincapié si es que queremos garantizar las elecciones, y establecer un gobierno en esta nación que los estadounidenses consideren que sea legítimo, ya sea que estén o no de acuerdo con la política de ese gobierno. Si se protege el derecho a votar, la gente puede tener confianza en que hay una solución disponible en las urnas de votación. Se le recordará eso también a los representantes electos y que tienen que responder a sus electores, al contrario de garantizar que mantendrán sus curules por medio del dinero sucio y de grupos de interés especiales.
- Las papeletas de votación: Las máquinas de votación computarizadas de cualquier hechura o modelo son una invitación a las irregularidades electorales. Todos sabemos que es posible cambiar los algoritmos, y entonces las máquinas corrigen tus opciones de voto. Hemos visto que eso sucede. En realidad, con esas máquinas, es posible que nunca sepas quien ganó o perdió. Por lo tanto, las máquinas de votación computarizadas deberían simplemente descartarse, y no se deben reemplazar con los teléfonos celulares. Una papeleta de votación, marcada personalmente por el votante, y contada en el propio sitio de votación al final de la noche delante de los observadores electorales, da una garantía mucho mayor de que se está protegiendo el voto.
- Contar los votos en el sitio de votación: Es crucial que entre el momento de marcar la papeleta de votación al conteo de estas papeletas hayan pocos pasos intermedios para garantizar “la cadena de vigilancia” del voto. Todos los pasos adicionales en que se mueven los votos de un lugar a otro crean mayores oportunidades para la manipulación o simplemente para un error. Por lo tanto, no debe utilizarse la votación por correo, ni las urnas electorales que no estén protegidas y que lleguen por medios desconocidos, ni escáneres que se atascan y crean una mayor confusión. La gente debe ir a su propio lugar de votación, con una identificación, y debe firmar para votar. Todos los trámites deben suceder en el mismo lugar.
- El día de las elecciones es de asueto nacional: La importancia de que haya un 100% de votantes es también un modo de proteger el proceso electoral; ¡la intención de cada vez más ciudadanos debe ser involucrarse personalmente en ellas! Los días de las elecciones deben ser días de asueto nacional, y el costo del transporte si es necesario debe eliminarse ese día. El día de las elecciones debe ser un día para celebrar el autogobierno. Debe promoverse que la gente se registre para votar y estos registros deben actualizarse anualmente.
- Sitios de votación accesibles para todos: Para alentar a los votantes inscritos a ejercer su derecho a votar, se deben tomar medidas para instalar sitios de votación en centros de atención o residencias de ancianos, y en lugares similares dedicados a los más vulnerables y débiles. Las papeletas de votación en ausencia deben estar disponibles para quienes las pidan, sea que vayan a estar fuera de la ciudad el día de la votación, que estén en las fuerzas armadas, deban trabajar ese día, o por otras razones, siendo necesario verificar su firma. Los casos de emergencias médicas se pueden considerar por separado.
- Bienvenidos los observadores electorales: Todos los candidatos deben poder contar con su equipo propio de vigilantes del voto, a quienes se les debe permitir la observancia satisfactoria del proceso electoral y del conteo de las papeletas electorales. Cada una de las irregularidades y disparidades electorales deben investigarse con la advertencia de que “donde hay humo, es posible que haya fuego”.
Debemos proteger los derechos de los votantes y de los candidatos. A los candidatos debemos garantizarles que tengan un acceso igualitario a los votantes. Y para los votantes tenemos que exigir que los candidatos y quienes sean electos cumplan con sus promesas de campaña y que se presenten ante sus electores regularmente para explicarles lo que han conseguido realmente en interés de sus votantes.
Yo respaldo el llamado a un Comité por la Verdad en Elecciones, y los exhorto a que me acompañen en esto, y les pido que se registren para que participen activamente en mi campaña, de manera que podamos llevar esta pelea a Albany y a Washington.