Discurso de Diane Sare en el mitin de "Humanidad por la Paz" frente a la ONU

Discurso de Diane Sare en el mitin de "Humanidad por la Paz" frente a la ONU

7 de agosto de 2023 (EIRNS) — Buenas tardes. Gracias, Anastasia e Irene, por su trabajo durante estas semanas.

Si no se produce un cambio importante en Estados Unidos, hay razones para creer que este día, 6 de agosto, sería un buen momento para despedirnos. Despedirnos los unos de los otros, despedirnos del planeta y despedirnos de los cuadros de Rembrandt, de los descubrimientos de Ibn Sina y Albert Einstein, de la filosofía de Confucio y Leibniz, de los principios de la Constitución de Estados Unidos, de la poesía de Shelley y de la música de Beethoven. Marchamos con paso firme hacia la aniquilación termonuclear de todo lo creado por el hombre.

¿No era ese el objetivo de lanzar la bomba en este día hace 78 años? No se trataba de hacer que los japoneses se rindieran, eso ya se estaba negociando. El objetivo de lanzar no una, sino DOS bombas sobre centros de población civil en Japón era demostrar que podíamos hacerlo, y que estábamos dispuestos a hacerlo. ¿Hay alguien aquí tan ingenuo como para creer que nos hemos vuelto MÁS morales desde el día en que Madeleine Albright declaró que, aunque era una decisión difícil, la vida de 500.000 niños iraquíes era un precio razonable a pagar para lograr nuestros objetivos en Iraq, que aparentemente no se han logrado porque todavía estamos allí, ocupando ilegalmente esa nación; ustedes conocen a los ilegales estadounidenses, que están ocupando naciones de todo el mundo que no nos quieren allí.

Así que es hora de desengañar a sus amigos de la idea de que alguna persona sabia, que ha logrado evitar ser encarcelada, desde dentro del sistema, va a levantarse y detener esta cosa antes de que nos vayamos por el precipicio. Esperar a eso nos garantizaría que estamos acabados.

Pero dicho todo esto, no soy pesimista. Soy optimista porque no pienso permitir que se produzca la aniquilación de la raza humana mientras tenga aliento para luchar. Sé que todos estamos hoy aquí porque estamos de acuerdo en que no podemos permitir que esto ocurra, y aunque no estén aquí con nosotros en la Plaza Dag Hammarskjold, miles de millones de personas de todo el mundo están diciendo "¡NO!" a la hegemonía anglófila (que suena un poco como "pedófila").

Los líderes de las naciones africanas se están uniendo, con Rusia, China, Brasil y otros y diciendo: "¡No! no pueden obligarnos a enviar armas a Ucrania para su guerra sustituta para destruir a Rusia". "¡No! no nos van a decir a quién podemos elegir como Presidente para dirigir a nuestro pueblo". Tan pronto como estos líderes puedan oír y ver señales de vida sensible desde dentro de Estados Unidos, tendremos una resistencia global que podrá liberarnos a todos de los pervertidos multimillonarios que buscan dividirnos, gobernarnos y despoblarnos.

En 1988, Lyndon LaRouche hizo una audaz propuesta para la reunificación de Alemania, basada en lo que él sabía que era el próximo fin del sistema comunista soviético. Estaban en bancarrota, y dijo: "alimentemos a Polonia, a cambio de la reunificación de Alemania". Tres meses más tarde estaba sentado en una prisión federal.

Pero la Unión Soviética se derrumbó y Alemania se reunificó, pero en lugar de aprovechar esta gran oportunidad para liberar a la humanidad y elevar el nivel de vida en todo el mundo, Maggie Thatcher (la férrea Primera ministra inflada del Reino Unido en ese momento) y George H. W. Bush se subieron a sus alfombras voladoras y escobas, y volaron por todo el mundo, desatando guerras.

Tuvimos la horrible invasión a Panamá, la primera guerra de Iraq, la guerra en los Balcanes, las Malvinas, y muchas más.

LaRouche desde la cárcel, y su esposa Helga desde Alemania advirtieron a los arrogantes anglófilos, que creían que lo habían ganado todo, que así como el sistema comunista se derrumbó, el colapso del sistema liberal británico de libre comercio estaba cerca y cuando ese sistema se derrumbara habría un gran cambio revolucionario de magnitud mucho mayor que la disolución de la Unión Soviética.

Ese momento ha llegado finalmente. Mientras Jamie Dimon de JP Morgan Chase engulle un banco en quiebra tras otro, subsidiado con los rescates financiados por los contribuyentes, estoy segura de que hay un montón de iniciados de Wall Street y de la City de Londres, revolcándose en pañales sucios en reuniones secretas de los consejos de administración tratando de averiguar qué hacer. "¡Ya sé! ¡Derroquemos a Putin! ¡Derroquemos a Xi Jinping! Entonces no importará si todos nos derrumbamos, ¡porque al menos ellos ya no dirigirán el espectáculo!".

Bueno, ¡no está funcionando! La hermosa ironía es que cuanto más tratan de destruir a otras naciones, más rápido se destruyen a sí mismos; creo que así es como Dios quiso que funcionaran las cosas. Por lo tanto, estamos al borde de una guerra termonuclear porque eso es todo lo que les queda!

Yo, y otros aquí, nos presentamos a las elecciones porque sabemos que tenemos que cambiar a Estados Unidos, pero creo que noviembre del 2024 puede ser demasiado tarde. ¡Necesitamos estadounidenses en las calles ahora! Necesitamos delegaciones en los 435 distritos del Congreso, que visiten a sus congresistas tantas veces que se hablen de tú con todos y cada uno de los empleados de sus oficinas. Cualquiera que apoye el envío de una moneda más a Ucrania no debería ser elegido para nada nunca más. Cualquiera que vote a favor de imponer sanciones a las naciones para matar de hambre a sus niños con el fin de cambiar el régimen no debe ser elegido nunca más, ¡y deben saber eso YA!

¡Se debe limpiar el nombre de LaRouche, y Julian Assange debe ser liberado de prisión mañana, y la OTAN disuelta el día después de eso! Lo que se necesita es un nuevo orden entre las naciones basado en el respeto mutuo por la soberanía de sus pueblos y la dignidad del hombre. Nuestros enemigos están totalmente en bancarrota moral y financiera, por lo que debemos aprovechar el momento para establecer finalmente una república de los Estados Unidos de América que no se entrometa en los asuntos internos de otras naciones, sino que demuestre con nuestras propias acciones, dentro de nuestras propias fronteras, que la verdad tiene vigencia, que la justicia será honrada, y que el pueblo está protegido para que a través de sus talentos pueda contribuir a la mejora de la humanidad.