Celebremos a Von Steuben y recordemos por qué luchamos

Celebremos a Von Steuben y recordemos por qué luchamos

“La dignidad de la humanidad está en tus manos”
– Los artistas, de Federico Schiller

(14 de septiembre de 2023) — Hace doscientos cuarenta y cinco años, Friedrich Wilhelm August Heinrich Ferdinand von Steuben, conocido también como el barón Von Steuben, o más tarde como el mayor general Von Steuben, llegó como voluntario a Valley Forge. Benjamín Franklin lo había reclutado en Francia para que nos ayudara en nuestra guerra de liberación contra el imperio británico, al cual, hasta ese momento, nunca nadie había derrotado, y el cual estaba cometiendo genocidio a nivel mundial en su expansión a India, África, Asia y el Caribe.

El mundo entero estaba pendiente de esta guerra, preguntándose si los norteamericanos conseguirían establecer una nueva forma de gobierno que defendiera la dignidad de todos los seres humanos, creados iguales por nuestro Creador. La brillante decisión de George Washington de cruzar el río Delaware para llegar a Trenton, New Jersey, la noche de Navidad de 1776, fue la primera gran victoria tras una larguísima retirada que comenzó en Long Island a principios de ese año. Aparte de un pequeño grupo de patriotas que podías contar con los dedos de una mano, muchos dudaban que la Revolución Americana pudiera tener éxito.

Cuando Von Steuben llegó al campamento americano en Valley Forge en febrero de 1778, se encontró con un cuadro de suciedad y desorden. Uno de cada seis hombres morirían de enfermedades ese invierno. La moral estaba muy baja, por decir lo menos. En su "Reglamento para el orden y la disciplina de las tropas" de 1779, las "Instrucciones para el capitán" de parte de Von Steuben nos ofrecen un atisbo de su pensamiento:

“Un capitán no puede escatimar en cuidados con la compañía que el Estado ha confiado a su cargo. Debe prestar la máxima atención a la salud de sus hombres, su disciplina, armas, pertrechos, municiones, ropa y artículos de primera necesidad.

“Su objetivo debe ser ganarse el amor de sus hombres, tratándolos con toda la amabilidad y humanidad posibles, indagando sobre sus quejas y, cuando estén bien fundadas, procurando que sean reparadas...”.

Esta “sensibilidad” por el bienestar de los soldados, combinada con una feroz exigencia de precisión y disciplina acompañada de una gran cantidad de palabrotas en francés y alemán, le granjeó el amor y el respeto de las tropas, y una relación muy estrecha con el general Washington.

Fue este espíritu de bondad y amor a la humanidad lo que hizo triunfar a la Revolución Americana y lo que convirtió a nuestra nación en una “luz sobre una colina”, un “faro de esperanza y un templo de libertad” destinado a inspirar la liberación de los pueblos de todo el mundo.

Contrariamente a lo que se enseña a la mayoría de los niños en los cursos de propaganda llamados "historia de Estados Unidos" en las escuelas de hoy en día, nuestra república se fundó explícitamente para contrarrestar la degradada visión oligárquica de la humanidad, representada en aquella época (y todavía hoy) por la monarquía británica. ¡Nuestra nación fue fundada para ser buena!

El año 2023

¿Qué habrían pensado el general Von Steuben y el Presidente George Washington de la conducta del Presidente Joe Biden y del Canciller Olaf Scholz en la ya tristemente célebre rueda de prensa del 7 de febrero del 2022 en la Casa Blanca? Para quienes lo hayan olvidado, ese fue el momento en que Biden prometió “poner fin” al gasoducto de Nord Stream si “Rusia invade a Ucrania”, y Scholz aceptó sumisamente que Estados Unidos y Alemania hicieran todo "juntos".

Siete meses después el gasoducto Nord Stream fue dinamitado y hecho explotar. El Canciller Scholtz no dijo nada al respecto, mientras que el costo de la energía en Alemania se disparó por los cielos y las industrias, en grandes cantidades, están abandonando el país. Ni un solo miembro del Congreso de Estados Unidos hasta ahora ha pedido que se lleve a cabo una investigación al mayor acto de terrorismo contra una infraestructura en la historia de la humanidad.

Los ecologistas no han dicho nada sobre el inmenso vertido de metano al aire y al océano proveniente de las tuberías del gasoducto. En el frente occidental todo es silencio, mientras marchamos por el abismo hacia nuestro propio entierro y tratamos de destruir a los líderes del renacimiento de la nueva Revolución Americana que resultan ser, sí, China y Rusia.

Mientras reflexionamos hoy sobre el apoyo internacional a nuestra guerra de independencia, no seamos ciegos ante el nuevo movimiento por la libertad contra el colonialismo que nuestro propio gobierno trata de reprimir, aun a riesgo de una guerra nuclear.

En 1976, en el 200 aniversario de la Declaración de Independencia de Estados Unidos, un candidato a la presidencia de Estados Unidos, Lyndon LaRouche, redactó una propuesta para un Banco de Desarrollo Internacional (BDI), que habría destruido para siempre el legado del imperio británico.

El Imperio respondió desplegando a uno de los suyos, a Henry Kissinger, entre otros, para sabotear el programa de LaRouche, que ahora ha resurgido en forma del Nuevo Banco de Desarrollo de las naciones BRICS-plus (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, y los nuevos miembros, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Etiopía y Argentina).

Los estadounidenses deberían alegrarse ante la perspectiva de estos nuevos aires de liberación, pero en lugar de ello el viejo senil y depravado de la Casa Blanca está haciendo todo lo que está en sus manos para destruirlos. Obviamente, él no es capaz de llevar la voz cantante, pero el sindicato del crimen de la familia Biden está encantado de obedecer. Al parecer, también el Canciller Scholz.

Yo estoy haciendo campaña como candidata independiente de LaRouche para el Senado de Estados Unidos en el 2024, para liberar a nuestra nación una vez más de las cadenas de los monárquicos económicos, que quieren que destruyamos al mundo y a nosotros mismos simultáneamente.

Me acompaña en esta batalla histórica la señora Helga Zepp-LaRouche, dirigente alemana, viuda de Lyndon LaRouche, y fundadora del Instituto Schiller, llamado así por el gran poeta de la libertad, Federico Schiller.

En este día en que celebramos el orgulloso legado de la alianza germano-americana que derrotó al imperio británico, propongámonos librar a nuestra República de los restos de ese mal y unirnos a nuestros hermanos y hermanas del Sur Global para establecer un nuevo orden justo de relaciones entre naciones soberanas que defienda la dignidad del hombre, como tan noblemente lo expresó Federico Schiller.