Trabajemos por la paz

Trabajemos por la paz

Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y convertirán sus espadas en arados, y sus lanzas en podaderas; no alzará la espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.

-Isaías 2:4

30 de agosto de 2024 —Gracias a las políticas fracasadas del gobierno de Biden, aparentemente dirigido por lunáticos delirantes de las mentadas "agencias de inteligencia" de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel, el mundo se encuentra en el abismo de la autoaniquilación. El motor de la insensata guerra entre la OTAN y Rusia, y de la guerra israelí contra todos, en especial contra los niños de Gaza, es la desintegración inminente de la dictadura financiera de la City de Londres y Wall Street, de la que la OTAN es la brutal encargada de imponerla.

Como advirtió Lyndon LaRouche en su famosa videoconferencia del 25 de julio del 2007, “No hay ninguna posibilidad de que el actual sistema financiero no colapse, ¡ninguna!”. Sin embargo, hay una forma de que la humanidad sobreviva a este colapso sin provocar una guerra termonuclear (que tampoco detendrá el colapso, sino que simplemente lo disimulará). Para Estados Unidos, esto requeriría revertir esencialmente todas las decisiones de política tomadas desde el asesinato del Presidente John F. Kennedy.

Ha llegado el momento de que el cada vez menor número de trabajadores estadounidenses que tienen un empleo productivo reconozca que el futuro de nuestra República, y tal vez el de la humanidad, depende de que empleen sus talentos para apartar a nuestra nación de este camino suicida hacia la perdición y organicen la recuperación económica más audaz que la humanidad haya visto jamás.

Nuestra nación necesita 43.000 millas de ferrocarril moderno de alta velocidad. Necesitamos al menos 500 nuevas centrales nucleares y un programa intensivo para desarrollar la energía de fusión termonuclear. Necesitamos un sistema de gestión hidráulica que abarque todo el continente para evitar sequías e inundaciones. Nuestros hospitales están en crisis, nuestras escuelas son un desastre, nuestros agricultores están en la ruina. La pobreza infantil en Estados Unidos alcanza niveles récord. Sólo en la ciudad de Nueva York, la Autoridad de la Vivienda necesita reparaciones por valor de $78.000 millones de dólares, pero el gobierno de Biden y Harris, y sus cómplices criminales en el Congreso de los partidos, han optado por enviar en su lugar cientos de miles de millones de dólares en armas a Ucrania e Israel, todo ello mientras derrochan en el mantenimiento de casi 1.000 bases militares en el extranjero.

¡Tenemos que detener esta locura antes de que nos mate a todos!

Como candidata a senadora de Estados Unidos por el estado de Nueva York, les pido encarecidamente que se unan a mí para hacer las siguientes demandas. El Congreso debe:

  1. Dejar de financiar y suministrar armas a Ucrania e Israel y obligarlos a negociar la paz, con un cese al fuego inmediato y permanente en el conflicto entre Israel y Palestina.
  2. Someter al sistema de Wall Street, la Reserva Federal y la City de Londres a una reorganización ordenada por bancarrota, reinstaurar la Ley Glass-Steagall, y procesar a las élites multimillonarias demasiado grandes para ir a la cárcel que provocaron este desastre.
  3. Emprender una diplomacia auténtica con Rusia y China, en lugar de pomposas tonterías de un “orden basado en reglas”, y establecer un sistema monetario de tipo de cambio fijo para facilitar la rápida reconstrucción y desarrollo de las regiones del planeta asoladas por la guerra.
  4. Apuntemos a las estrellas con un programa intensivo de energía de fusión, y construyamos, construyamos, construyamos.

El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos ya ha hecho miles de propuestas de diseño para proyectos de infraestructura que se necesitan con urgencia en todo el país. Si incluimos allí la Alianza Norteamericana para el Agua y la Energía (NAWAPA, por sus siglas en inglés), apoyada por el entonces senador por Nueva York, Robert Kennedy, en la década de 1970, necesitaremos más de 30 millones de nuevos trabajadores cualificados sólo en Estados Unidos.

Necesitamos con urgencia mejorar la capacidad productiva del pueblo estadounidense en su conjunto. Según la Evaluación Nacional del Progreso Educativo (NAEP), en el 2021 ¡sólo el 37% de los estudiantes de último curso de bachillerato en Estados Unidos dominaban la lectura en inglés! Esto constituye una amenaza mucho mayor para el futuro de nuestra nación que cualquier supuesto adversario extranjero.

En este Día del Trabajador, del 2024, recuerden las palabras de Isaías. Seremos juzgados. ¡Comportémonos en consecuencia y empecemos a construir nuestro camino para salir de este desastre!


Diseñada en la década de 1960, la Alianza Norteamericana para el Agua y la Energía (NAWAPA) transportaría agua dulce, bajando desde el oeste de Canadá y Estados Unidos, que de otro modo desembocaría en el Océano Ártico. El proyecto no solo crearía millones de empleos productivos, sino que además supondría el suministro de agua dulce para todo el continente norteamericano.

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