Sare for Senate 2024 - Discusión programática Domingo 8 de enero de 2023; de 2:00pm a 4:00pm (hora Este de EU)  ¿Se puede evitar la guerra nuclear?

Sare for Senate 2024 - Discusión programática Domingo 8 de enero de 2023; de 2:00pm a 4:00pm (hora Este de EU)  ¿Se puede evitar la guerra nuclear?

La respuesta a esa pregunta es sí, pero sólo si Estados Unidos se convierte en un socio digno de confianza. Es por esa razón que mi campaña llevará a cabo un debate programático urgente el domingo 8 de enero del 2023, de las 2:00 pm a las 4:00 pm (hora del Este de Estados Unidos). Le he pedido a experimentados militares retirados como el coronel Richard Black, y Scott Ritter, así como a Steve Starr, experto en armas nucleares, y a Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller, que compartan su evaluación sobre la situación estratégica global de manera que los estadounidenses tengan la oportunidad de considerar el peligro que enfrentamos actualmente, y de qué manera es posible evitar esto. Hago esto porque si nuestro Congreso fuera moral y valiente, estos individuos estarían participando en una audiencia de emergencia para determinar cómo podemos detener la guerra en Ucrania antes de que crucemos el umbral de lo impensable: una guerra termonuclear.

Si es que vamos a evitar la Tercera Guerra Mundial, y dar paso a una nueva era de relaciones pacíficas entre las naciones, la nación que debe rendir cuentas no es Rusia, ni China, Irán, ni Corea del Norte, o ni siquiera el régimen totalitario de Ucrania infestado de nazis. La nación cuyas acciones pueden aliviar la crisis actual y también cambiar el mundo para las generaciones venideras es Estados Unidos. Es por eso que he anunciado mi candidatura para el Senado de Estados Unidos en el 2024, y por eso le pido a todos los estadounidenses, no solo a los neoyorquinos, que participen en este simposio tan urgentemente necesario, el 8 de enero. Mis invitados no van a participar con el propósito de apoyar mi candidatura en una elección que se llevará a cabo después del momento decisivo, sino con la idea de alertar al pueblo estadounidense sobre el enorme peligro que enfrentamos, y la responsabilidad de cada uno para abordarla.

Ya están sufriendo como resultado de la profunda corrupción del gobierno actual, como se refleja en las 108.000 muertes por sobredosis de drogas en el último año, pero no llegamos a este punto tan bajo de nuestra existencia nacional de la noche a la mañana. Mi mentor Lyndon LaRouche, veterano de la Segunda Guerra Mundial, se refería con frecuencia a la muerte prematura del Presidente Franklin Delano Roosevelt (FDR), a solo un mes del Día de la Victoria en 1945, lo cual dejó un vacío devastador que fue ocupado por el títere del imperio británico, Harry S Truman, quien decidió lanzar, no una sino dos bombas nucleares en importantes ciudades de Japón, asesinando a cientos de miles de personas, a pesar de que el emperador japonés Hirohito ya estaba negociando los términos de la rendición con el Vaticano. La decisión de Truman de lanzar esas bombas desató una era de terror, que era lo que se proponía.

Después de la muerte de FDR, el FBI y otras supuestas “agencias de inteligencia”, como la recién creada CIA, se convirtieron en los controladores de la vida política de Estados Unidos, para dictar la política a los funcionarios electos, quienes de buena o mala gana cumplían en su mayoría. El Presidente John F. Kennedy fue la excepción. Él evitó una guerra nuclear con la Unión Soviética durante la crisis de los misiles de Cuba, a pesar de las traicioneras acciones de miembros de su propio gabinete, incluyendo al nefasto Allen Dulles.

Cuando Kennedy fue asesinado, la Comisión Warren emitió un informe que todo mundo sabía estaba encubriendo lo sucedido, pero no hubo suficientes personas que estuviesen dispuestas a enfrentarlo. Como resultado de ello, ocurrieron otros tres asesinatos políticos: Malcolm X, el 21 de febrero de 1965; Martin Luther King, Jr., el 4 de abril de 1968; y quien muy posiblemente iba a ser el próximo Presidente, Robert Kennedy, el 5 de junio de 1968. Desde entonces, Estados Unidos ha sido un Estado zombi, regido por poderes invisibles y no electos que nos dirigen hacia el Armagedón nuclear, mientras nos destruimos a nosotros mismos desde dentro.

¿Cómo puede ninguna nación en el mundo tenernos confianza, cuando nos negamos a purgar a nuestra nación de estos elementos malvados desde dentro de nuestras propias instituciones?

Los documentos sobre el asesinato de Kennedy deben hacerse públicos, y nuestro gobierno debe mantener su compromiso jurado con los principios expresados en el preámbulo de nuestra Constitución, en particular el establecimiento de la Justicia y la promoción del Bienestar General. Ve aquí here y regístrate para enviarte el enlace para este evento.Debido al contenido y a la política de censura de la mayoría de las plataformas de medios sociales, este simposio no se retransmitirá en ninguna otra plataforma.

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