Ser o no ser: la peligrosa falacia de la culpabilidad por asociación

Ser o no ser: la peligrosa falacia de la culpabilidad por asociación

El 19 de febrero habrá una manifestación en el Monumento a Lincoln (algo muy apropiado) de estadounidenses que están tan alarmados por la posibilidad de una guerra nuclear —gracias en gran medida a las políticas de nuestro propio gobierno— que hemos decidido dejar a un lado nuestras diferencias, muchas de ellas de fondo, para unir nuestras voces contra la “maquinaria de guerra”.

Me gustaría recordar a todos que la guerra nuclear es algo definitivo. Es el fin de todo en este planeta. Si llegamos a ese punto, no importará nada más. Somos conscientes de que algunas personas discrepan claramente de esta idea, y creen que existe algo llamado “guerra nuclear limitada” o que Rusia (como nunca ha hecho en la historia) se echará para atrás si los amenazamos con el suficiente entusiasmo.

¿Es de sorprender, entonces, que los colaboradores del FBI y otras agencias dizque de “inteligencia” estén procurando difundir chismes y mentiras para evitar que este mitin se celebre de la manera más potente posible?

Están acosando a los ponentes para que no se asocien con “los libertarios”, o “los comunistas”, o los “larouchistas”. Muchos de nosotros estamos familiarizados con estos trucos, luego de haber sido blancos de este tipo de operaciones por muchos años. En el pasado esas tácticas han sido solo demasiado eficaces, motivo por el cual ahora nos enfrentamos a una guerra termonuclear.

Algunos de nosotros, como Scott Ritter y yo misma, hemos sido incluidos en las “listas de asesinato” ucranianas, porque lo que decimos es muy perjudicial para la propaganda bélica que ha barrido nuestra nación como un tsunami, ahogando a toda voz sensata. ¿No parece al menos un poco “totalitario” que el ex jefe de la CIA, John Brennan, sea ahora presentador de noticias en MSNBC?

Quizá la única vez que Mike Pompeo dijo la verdad, fue cuando en un discurso en la Universidad A&M de Texas, se jactó de que el trabajo de la CIA consistía en “mentir, hacer trampa y robar”; ah, ¿y no estaba él conspirando para asesinar a Julian Assange?

Estamos comprometidos con impedir una guerra termonuclear. Estamos haciendo un llamado a que las partes que se han estado asesinando entre sí, con enorme número de bajas, entablen negociaciones. ¿Se ha acusado a alguno de los participantes en esta manifestación del tipo de crímenes que se cometen en la guerra, y que son fomentados por nuestras propias agencias de “inteligencia”, que financian y despliegan a neonazis y terroristas del ISIS sin el menor remordimiento de conciencia?

¿Vamos a permitir ahora que esos criminales debiliten esta concentración, porque cada quien debe apegarse a su propia ideología “pura”, o a sus “preciosos fluidos corporales”? ¿Dónde y cuándo están las acciones puras y nobles que organizan nuestros detractores? ¡Oh, no existen!

¡Nos vemos en Washington, DC!

PDF