La campaña de Sare consigue reunir, contra todo pronóstico, 45.000 firmas para aparecer en la papeleta electoral para oponerse al senador Chuck Schumer en 2022
5 de junio de 2022 — Diane Sare, candidata independiente larouchista al Senado de Estados Unidos por Nueva York, presentó más de 45.000 firmas ante la Junta Electoral del Estado de Nueva York el 31 de mayo, en una campaña espectacularmente exitosa llevada a cabo por voluntarios de todo el estado para poner a Sare en la boleta electoral contra el actual senador Chuck Schumer. Sare señaló que: “El éxito de la campaña de recolección de firmas constituye un gran avance, dado que los nuevos requisitos estaban diseñados para impedir que los candidatos independientes y de partidos minoritarios pudieran cumplirlos. Sólo las personas comprometidas a hacer un esfuerzo adicional, a estar de pie bajo la lluvia, a trabajar más horas y a hacer a veces grandes sacrificios personales podrían haber hecho esto. No permitimos que las nuevas normas arbitrarias de una arrogante oligarquía autodefinida se utilizaran para silenciar a la gente, en un momento en que nos enfrentamos a una hiperinflación mortal y a una posible guerra termonuclear”.
Para resolver tanto la crisis económica como la “geopolítica”, Sare ha hecho del programa económico de LaRouche, de paz a través del desarrollo, la piedra angular de su campaña. Esto comienza con una discusión de las Cuatro Leyes de LaRouche para la Recuperación Económica Física, que propone:
1. Restablecer de inmediato la ley Glass-Steagall instituida por el Presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, sin modificaciones, en cuanto al principio de acción.
2. El retorno a un sistema de Banca Nacional de arriba abajo y completamente definida. El modelo exitoso, realmente probado, que se ha de autorizar, es el que se había instituido bajo la dirección de los programas de la banca nacional que se aplicaron de manera exitosa, bajo la autoridad supletoria del Presidente Abraham Lincoln, de una moneda creada por la Presidencia de Estados Unidos (v. gr. los “Greenbacks”) que se llevó a cabo como sistema nacional de banca y crédito colocada bajo la supervisión de la Oficina del Secretario del Tesoro de Estados Unidos. Todas las demás políticas bancarias y monetarias, quedan suspendidas. Los bancos que califiquen para operar bajo esta disposición, serán evaluados según su competencia para operar como prácticas legales bajo la autoridad nacional para crear y componer los elementos de esta práctica esencial, que se había asignado, como por tradición, a la oficina original del Secretario del Tesoro de Estados Unidos durante la gestión de Alexander Hamilton. Esto significa que cada uno de los estados de Estados Unidos está sometido a las normas nacionales de práctica, y no los estados separados de la nación.
3. El propósito de la utilización de un sistema de Crédito Federal, es generar tendencias de alta productividad en las mejoras del empleo, con la intención de aumentar la productividad económica-física, y el nivel de vida de las personas y los hogares de Estados Unidos. La generación de crédito para el aumento de la calidad y cantidad relativa de empleo productivo debe asegurarse, una vez más, como se hizo con éxito durante la gestión del Presidente Franklin D. Roosevelt, o como las normas de la práctica federal utilizada para crear una recuperación económica general de la nación, per cápita, y para la tasa de efectos netos en la productividad y por la confianza en el principio humano esencial que distingue a la personalidad humana de las formas inferiores de la vida: la tasa neta de aumento de la densidad de flujo energético de la práctica eficaz, a través del aumento científico y relacionado de la densidad de flujo energético per cápita y para la población humana cuando se considera cada uno y todos en su conjunto. El aumento constante de la productividad física del empleo y sus beneficios para el bienestar general, son un principio de la ley federal que debe ser una norma primordial de éxito.
4. “Adoptar un 'Programa de Urgencia' impulsado por la fusión nuclear”. La medida cognoscible, en principio, de la diferencia entre el hombre y todas las formas inferiores de vida, se halla en lo que se ha considerado útilmente como la evolución naturalmente ascendente de la especie humana, en contraste con todas las demás categorías conocidas de especies vivas. Esto significa que los seres humanos son capaces de aumentar la densidad de flujo energético de su actividad a voluntad, como parte del proceso natural del desarrollo del universo, como ya se ha demostrado con la creciente complejidad de las formas de vida en este planeta durante los últimos miles de millones de años, desde los organismos unicelulares hasta los mamíferos que se regulan la temperatura, hasta el salto en la capacidad del hombre a transformarse a voluntad, a imagen del Creador. Es una necesidad absoluta que la humanidad desarrolle formas de energía cada vez más densas, de las cuales la fusión es la última que tenemos al alcance en lo inmediato. Este es también un área de cooperación internacional urgente.